La Memoria de la Forma

Desde que hay noción de razón humana, la sociedad se ha planteado una serie de preguntas de las cuales nunca se obtendrán respuestas claras ni precisas. El misterio de nuestra existencia es universal, y existen diferentes teorías que se basan en las creencias religiosas o culturales, o incluso en profundos estudios científicos que no logran una total certeza de nuestro origen o nuestra misión en el planeta. Esta pregunta, como muchas otras son tan subjetivas como el gusto por un sabor, un olor, un color o incluso como la atracción hacia otra persona. Cada uno de nosotros es capaz de plantear su propia teoría tanto de nuestro origen como de esas preguntas que no tienen una explicación totalmente razonable. Esto se debe a que no tenemos memoria sobre el “principio de los tiempos”, en cuanto a la vida humana.

Cabe aclarar que este corto texto no se esfuerza por responde una pregunta acerca de nuestro origen o de nuestra razón de existir. Pero sí en una pregunta, que aunque no sea tan universal, trae con ella el mismo problema. Es una pregunta que no tiene una única respuesta debido a su subjetividad. En este caso, la pregunta se encuentra ligada al mundo del diseño, al mundo de la arquitectura. Sin embargo, no solo un arquitecto tiene la capacidad de plantearse una respuesta.

La forma es la cuestión de este texto, partiendo de las teorías de algunos de los arquitectos y filósofos que más se han destacado en la historia. ¿Cuál es el origen de la forma?, ¿cómo se genera?, ¿qué la influencia?. En el texto, la pregunta se orienta específicamente a la forma arquitectónica.

Ahora bien, John Hendrix en su libro “Architectural forms and philosophical structures” plantea cinco teorías completas, aunque paradójicas, sobre el origen de la forma en la arquitectura.

En primer lugar, plantea un origen desde la función de la arquitectura, es decir el uso para el cual se ha creado. Sin embargo no tiene en cuenta la influencia del hombre en este proceso, y por lo tanto, si esta teoría fuera cierta, todas las casas serían iguales, todas la iglesias serían iguales, pero no lo son.

< >En segundo lugar, plantea que la forma proviene de la creatividad personal, lo cual perece muy sensato, ya que esta es una cualidad por la que los diseñadores tienden a resaltar. Aunque si así fuera, toda la arquitectura sería totalmente diferente, mientras que en realidad existen muchas construcciones similares entre ellas, pero de arquitectos diferentes.En tercer lugar, se habla de un “espíritu del tiempo”, un ser inmaterial dotado de razón por el cual se comparten algunas constantes. Pero, ¿qué sucede con los cambios repentinos?, ¿por qué cuando se construye un tipo de arquitectura, también se construye otra?.En cuarto lugar, Hendrix habla de una influencia socioeconómica, en base a las normas sociales y relacionada con la teoría marxista. Teoría que una vez más tiene un punto débil (como todas las teorías), sobre la posible similitud en la arquitectura de diferentes ciudades con diferentes condiciones socioeconómicas entre ellas.En último lugar, plantea una teoría que queda un poco en la ambigüedad, debido a que dice que la forma proviene de unos principios que van más allá del tiempo, del diseñador, de la cultura o del clima. Teoría que no es muy concreta en la respuesta a la pregunta base de este estudio. 

Por otro lado, el libro de Jacques Lucan, “Composition, Non-Composition” se plantean diferentes modos de composición propuestos por diferentes arquitectos como Jean-Nicolas-Louis Durand, Julien Gaudet, Frank Lloyd Wright, Le Corbusier, Ludwig Mies Van der Rohe, entre otros. En el desarrollo de este libro, Lucan expone los diferentes conceptos y métodos aplicados por cada uno de estos arquitectos, evidenciando los grandes cambios en en campo de la arquitectura y de las sociedades a través del tiempo.

Así mismo, la transformación de la materia, o la manipulación de esta por parte de Durand, evidencia que al plantear el método de composición de un edificio, siempre se preguntaron sobre el origen de la forma del mismo. Esta es una de las teorías mas fuertes que se exponen en este libro, debido a que por naturaleza, el hombre es capaz de moldear y modificar lo físicamente existente, que en este caso es la materia.

Sin embargo, Gaudet, y más adelante Le Corbusier hablaría de algo similar, parte de la idea de la transformación del espacio. Un concepto totalmente diferente al planteado por Durand. En este caso, se plantea que en la arquitectura, lo más importante es el espacio, lo cual le ofrece una base muy fuerte a esta teoría, por lo tanto es el espacio el que se puede moldear y acomodar a las necesidades del usuario.

Adicionalmente, Le Corbusier le agrega un elemento muy importante a esta teoría, un elemento que se basa en la experiencia del usuario dentro del espacio. Para Le Corbusier, la “promenade arquitectónica” es de vital importancia en la relación entre las personas y la arquitectura, ya que sin personas, la arquitectura no tiene ningún sentido.

Ahora bien, partiendo del estudio de las diferentes teorías que se han planteado en estos libros, es acertado plantear una nueva opción que tal vez no esté muy de la mano de la razón. Por esto, quisiera traer a colación a Sócrates, quien en algún momento dijo que las personas ya tenemos información del mundo en nuestras mentes y es inevitable desligarse de este conocimiento. Este es el principio de una nueva idea en la que planteo que el origen de la forma de la arquitectura se encuentra en la memoria de cada uno de los arquitectos.

La memoria es uno de las funciones cerebrales más potentes del cerebro humano, y es capaz de almacenar, codificar y recuperar la información del pasado. Por esta razón considero que esta es la fuente de la “creatividad” de los arquitectos.

En la memoria, se ha almacenado todo tipo de información, imágenes, sonidos, sentimientos, olores, etc. Todos esos recuerdos son los que se deben explotar para la mejor composición arquitectónica. El recuerdo de una sensación agradable en algún espacio vivido en el pasado, es la clave para crear nuevos espacios que generes una sensación similar. El recuerdo de una vieja casa al otro lado del mundo, ejemplo de buena arquitectura, es el punto de partida para una buena configuración de vivienda. El olor de la casa en la que se creció puede ser una referencia para generar espacios impregnados con olores agradables, por que no solo elementos estrictamente arquitectónicos son referencias para la creación de la misma.

En los métodos de los arquitectos expuestos en el libro “Composition, Non-Composition” se evidencia cómo todos y cada uno de ellos hace referencia de una u otra manera a su pasado, a los prejuicios de la sociedad y a las tendencias culturales. Por ejemplo, Le Corbusier, sin necesidad de nombrarlo, hace referencia constante a Gaudet, y a los viajes que realizó antes y durante su vida como arquitecto. De la misma manera, tanto Gaudet como Durand, hacer referencia a su vida e igual que Le Corbusier, a las tendencias sociales y culturales. Simplemente plantean un método diferente de composición pero a mi juicio, las ideas y sus resultados provienen de un mismo lugar.

Para finalizar, quisiera analizar el método de diseño y de composición actual en el mundo arquitectónico. La comunidad arquitectónica, a nivel mundial, se ha dedicado a estudiar todo tipo de técnicas, se métodos y conceptos antiguos, conceptos que han sigo aplicados en diferentes sociedades como la antigua Grecia, Egipto, Europa, y también en antiguas culturas americanas y de todo el mundo. Considero evidente que los arquitectos actuales se encuentran llenos de información y conocimiento sobre otras arquitecturas del mundo entero. Sin embargo la arquitectura ha decaído de manera alarmante, pues es difícil encontrar buena arquitectura. Aunque la información y el conocimiento existe, no es aplicada de manera correcta, los arquitectos se han dedicado a ignorar el pasado y ver hacia el futuro, el cual no hay que descuidar. Sin embargo el pasado es el que se encuentra lleno de buena arquitectura para ser arremedada, mas no copiada.

El cerebro humano es uno de los recursos más desperdiciados por la humanidad, y aunque lo llevamos con nosotros siempre, debemos aprender a usarlo y a manipular la información que guardamos en él. La memoria, como parte de ese cerebro, tiene la capacidad de almacenar todo tipo de información, solo hay que saber buscar.